Lejos de lo que se podría pensar después de lo que hemos vivido los últimos meses, la primera comunicación que hemos tenido con la Consejería de Sanidad es para informarnos de que la construcción del centro de salud de Butarque se retrasa por enésima vez. 

Si alguna conclusión clara ha dejado la crisis de la COVID es que es fundamental estar preparado ante futuras pandemias y para ello es necesario contar con una sanidad publica de calidad, con infraestructuras y personal suficiente en todos los barrios.

Pero para la Comunidad de Madrid con el centro de salud de Butarque es al contrario. Es precisamente la crisis sanitaria la que les ha hecho paralizar la construcción de nuevos equipamientos sanitarios, alegando que "el impacto de la crisis creada por el Covid-19, ha hecho que se paralice la tramitación de todos los expedientes para dar prioridad a los relacionados directamente con la pandemia".

La Comunidad de Madrid lleva desde el año 2007 prometiendo continuamente que el centro de salud de Butarque se iba a construir de manera inminente, pero lo cierto es que cualquier excusa sirve para retrasarlo.

No dudamos de que la situación provocada por la COVID haya motivado que la tramitación de expedientes relacionados con la compra de material se hayan priorizado, y que el resto se retrase, pero que la construcción de un equipamiento sanitario prioritario se vaya a retrasar un año más por este motivo, no deja de ser una excusa más, dado que ha habido tiempo más que suficiente y lo que siempre ha faltado es voluntad política.

Si hace unos años la crisis fue la excusa para no construir muchos de los equipamientos que estaban previstos en el barrio, mucho nos tememos que ahora la COVID lo será también para alegar que existen otras prioridades y que, según la Comunidad, las construcciones pendientes no se pueden acometer.

Porque contar con una sanidad pública de calidad es fundamental, no podemos seguir soportando la situación de no tener un centro de salud en el barrio.