La coyuntura política nos enfrenta a una inminente destrucción del sistema de capitalización individual. En lugar de corregir sus defectos y aprovechar sus virtudes, se le pretende destruir y reemplazar por sistemas de ahorro colectivo o de reparto.

Algunos parecen preferir sistemas de reparto por sobre los de esfuerzo individual, pero la transición de un sistema a otro, necesariamente implicará la expropiación de nuestros ahorros previsionales y de su rentabilidad acumulada.

Un botín nada despreciable. 

Es el fruto del esfuerzo de millones de trabajadores como Ud. y como yo, que ahorramos sistemáticamente, todos los meses para acumular un capital para financiar nuestras pensiones.

A pesar de los retiros del 10% realizados en los últimos meses y de las caídas de la rentabilidad de algunos períodos, el sistema rentó a los trabajadores UF+8% anual, logrando acumular, según la Superintendencia de Pensiones, más de 211 mil millones de dólares al 30 de abril de 2021, un 75% del PIB de Chile en 2019.

La administración y eficiente inversión de estos fondos de pensiones ha sido la palanca fundamental del desarrollo y el crecimiento, reduciendo los índices de pobreza a niveles jamás soñados en generaciones, dejando a Chile a punto de salir del subdesarrollo.

Las pensiones de hoy son malas. Sin embargo, las de hoy y del futuro pueden mejorarse aumentando la contribución, mejorando el pilar solidario, incorporando seguros de longevidad, cambiando las edades de jubilación, modificando la forma en que se determina la tasa para los retiros programados, flexibilizando la libre elección de riesgos, creando multifondos de rentabilidad garantizada, etc. Sin embargo, estos proyectos están sepultados y no son materia de discusión en el parlamento. 

No existe justificación alguna para para la expropiación de nuestros fondos, como ya ocurrió en la Argentina. Todas estas improvisaciones de retirar 10 o 100% nos conducen a lo mismo: a destruir un virtuoso sistema de ahorro.

Ni la izquierda ni la derecha están realmente interesadas en proteger nuestros fondos previsionales.

¡Unos pretenden echarles el guante, los otros liquidarlos para impedirlo!

Si quieres que nuestros fondos de pensiones no se puedan expropiar, ni nacionalizar, ni embargar, apóyanos con tu firma para hacerla llegar a la Convención Constituyente, al Parlamento y al Ejecutivo de la República de Chile.