Como padres de Miquel Pol Munar, pedimos más seguridad vial para los ciclistas y motoristas que circulan por la Sierra de Tramuntana, más concretamente en la carretera Inca-Lluc. Por culpa de ciertos puntos negros de esa carretera nosotros perdimos a nuestro hijo cuando bajaba de Lluc con su bicicleta y con su equipo ciclista, cerca del punto del Salt de la Bella Dona. Iba en cabeza del pelotón cuando un cabrito sin su correspondiente chip identificativo se cruzó inesperadamente por la carretera, mi hijo reaccionó aminorando su ya reducida velocidad para no dañar al animal. El problema es que al esquivarlo dió contra la pared en un punto donde la altura de ésta era muy baja, 30 cm, y sin protección alguna, lo que provocó que con la incercia que llevaba, el peso de su cuerpo y la poca altura de la pared cayera abajo en la otra parte de dicha carretera con un precipicio de unos 15 metros. El golpe fue tremendo al caer encima de una losa de piedra provocando la muerte inminente y fulminante. Si hubiese habido alguna protección en esa bajísima pared pensamos que las consecuencias no hubiesen sido tan catastróficas. Por eso pedimos dos cosas muy importantes: la primera que en esos puntos donde las paredes lindantes de la carretera son muy bajas si no se pueden tocar al ser patrimonio universal por lo menos tengan una protecciones como barreras ya que el peligro de caída es muy grave e importante. El segundo punto es tener a los animales de esa zona controlados e identificados correctamente para poder pedir responsabilidad cuando pasan cosas tan graves como estas.