La antigua Prisión Provincial de Cáceres comenzó a construirse en 1934 y estando en contrucción comenzó a utilizarse a partir de agosto de 1936 como "cárcel política" por parte de las nuevas autoridades golpistas en la provincia de Cáceres.

Durante la Guerra Civil (1936-1939) y la inmediata posguerra fueron miles los presos políticos que ingresaron en esta prisión por apoyar al legítimo gobierno republicano. Durante estos años, entre 450 y 500 personas abandonaron los muros de esta prisión para ser asesinados por piquetes militares y entre 150 y 200 murieron dentro de la prisión.

A mediados de los años cuarenta y como consecuencia de la actividad de la guerrilla antifranquista en la provincia de Cáceres, ingresaron en ella algunos presos políticos más (especialmente enlaces guerrilleros)

Durante la primera mitad de la década de los sesenta, más de 200 presos antifranquistas, la mayoría originarios de otras provincias españolas, se encontraban aún tras sus muros. 

Todo lo expuesto deja claro el carácter represivo que el régimen franquista le concedió, convirtiéndose en no pocas ocasiones, a lo largo de la Dictadura franquista, en una cárcel política.

Esta prisión cerró sus instalaciones en el año 2009, iniciándose un importante deterioro que continúa actualmente.

Por todo lo anterior y para evitar el olvido y avanzar en la construcción de una sociedad que defienda los valores democráticos, desde la Asociación Memorial en el cementerio de Cáceres (AMECECA) creemos que es necesario y oportuno que el edificio de la antigua Prisión Provincial de Cáceres se convierta en un espacio de memoria relacionado con la represión franquista, los derechos humanos y la paz.