26 de julio de 2020

Señor/Señora.

Diputado/Diputada.

Asamblea Legislativa.

República de Costa Rica.

Honorable señor/a diputado/a:

Quienes suscriben, ciudadanos, ciudadanas y habitantes de la República de Costa Rica, le enviamos un saludo fraterno y a la vez compartimos con usted la gran preocupación que nos embarga al observar el rumbo que el país está tomando en  materia socioeconómica. La atención de la emergencia sanitaria causada por la pandemia de COVID-19, ha develado a la sociedad costarricense, dejando expuestos los graves problemas causados por la pobreza, la desigualdad y la explotación de grupos en condición de vulnerabilidad. Estas condiciones sociales injustas se han traducido en un repunte de casos de la enfermedad en los lugares donde se encuentran las personas con menos recursos y oportunidades. Asimismo, nuestra economía se ha visto seriamente golpeada. Las actividades comerciales se han visto afectadas por algunas de las medidas de contención, miles de personas han perdido sus trabajos o han continuado trabajando con una jornada laboral reducida, por lo cual sus ingresos han disminuido de un modo significativo. A su vez, estas situaciones repercuten en las finanzas del Estado, dada la consecuente disminución en la recaudación de impuestos y de cuotas obrero-patronales. Aunado a lo anterior, las finanzas de la CCSS se ven aún más comprometidas por las inversiones que la atención de la pandemia ha demandado. Este conjunto de graves problemas representa una indiscutible amenaza para la paz social y para nuestro Estado Social de Derecho.

El Gobierno de la República ha comunicado en días recientes las medidas para mitigar los efectos socioecónomicos causados por la pandemia. Consideramos que tales medidas no brindan soluciones justas y efectivas para enfrentar esta crisis. Al contrario, al cargar el peso de las medidas de contención en los hombros de los sectores asalariados del país, estas políticas van a incidir de manera negativa en la recaudación fiscal y en los aportes obreros patronales del seguro social. Sin embargo, alternativas como las planteadas por el diputado José María Villalta del Frente Amplio (Ley de Contingencia Fiscal Progresiva y Solidaria Ante la Emergencia Nacional del COVID-19) y por la diputada Paola Vega del Partido Acción Ciudadana (Ley de Justicia Fiscal Frente a la Emergencia de COVID-19), son mucho más integrales y robustas, y pueden responder de manera más efectiva a esta crisis económica. Ambas propuestas se basan en principios que han caracterizado la historia de la democracia costarricense: la solidaridad y la justicia. Los proyectos de ley presentados por el diputado Villalta y la diputada Vega distribuyen la responsabilidad de paliar los efectos económicos de la pandemia en todas las personas físicas o jurídicas, del sector público o privado, pensionados o asalariados, según sean los ingresos y renta neta de cada quien. Creemos firmemente que en tiempos de emergencia nacional los representantes del pueblo deben guiar sus decisiones políticas con base en estos principios éticos y políticos. Sólo así podrán ayudar a mitigar los efectos de la crisis perjudicando lo menos posible la recaudación fiscal y los aportes a la seguridad social, tan necesarios en estos momentos. La solidaridad y la justicia son pilares estructurales de la Segunda República y han sido los principios que han mantenido la paz social durante los últimos setenta años.

Es por todo lo anterior, que queremos hacer un llamado vehemente a su investidura como integrante del Primer Poder de la República, para que desde su curul se logren acuerdos y consensos que permitan agilizar la discusión y aprobación de los proyectos de ley citados o de cualquier otro que fomente en igual o en mayor medida estos principios de justicia y de solidaridad. No cabe duda que estamos ante un fenómeno histórico y de repercusiones globales cuyos efectos se harán sentir en el largo plazo, por lo que hoy más que nunca los diferentes actores y sectores que componen nuestra sociedad debemos unirnos para construir soluciones basadas en el bien común. Sólo de esta manera podremos, como país, hacer frente a los desafíos presentes y futuros que esta pandemia nos presenta.

Atentamente, ciudadanos, ciudadanas y habitantes de Costa Rica.