A pesar de la tendencia en alza de una alimentación 100% vegetal en España, todavía nos encontramos con multitud de obstáculos a la hora de solicitar un menú vegano en los centros educativos del país, desde la guardería hasta la universidad.

Es una discriminación flagrante ante la que nos enfrentamos, porque sabemos  que en los comedores de los centros educativos se respeta adaptar los menús por una cuestión religiosa por ley, tanto en centros públicos como en concertados. Se niega sistemáticamente que se aludan razones éticas para ello, igualmente respetables.
Queremos puntualizar que una persona sea vegana o vegetariana no tiene nada que ver con una cuestión de moda , sino de una filosofia de vida. 

La Ley Orgánica 8/2015, del 22 de julio de modificación del sistema de protección a la infancia y a la adolescencia indica en su Artículo 2, que “Todo menor tiene derecho a que su interés superior sea valorado y considerado como primordial en todas las acciones y decisiones que le conciernan, tanto en el ámbito público como privado. En la aplicación de la presente ley y demás normas que le afecten, así como en las medidas concernientes a los menores que adopten las instituciones, públicas o privadas”. 

En el artículo 14 de La Constitución Española se establece que: "Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social".
En el artículo 27.3 de la Constitución Española se dice que "Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones. "

En la carta de los derechos fundamentales de la UE en su artículo 10 dice que: Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión. Este derecho implica la libertad de cambiar de religión o de convicciones, así como la libertad de manifestar su religión o sus convicciones individual o colectivamente, en público o en privado, a través del culto, la enseñanza, las prácticas y la observancia de los ritos.

En muchas ocasiones las respuestas de las instituciones van en contra de estos derechos, por considerar la dieta vegana una cuestión de moda o insuficiente para los requerimientos mínimos para la infancia y/o adolescencia. Nada más lejos de la realidad, tal como apoyan diferentes organismos, como por ejemplo la Organización Mundial de la Salud o la Asociación Americana de Dietética. Esta última dictaminó en su informe del 2016 que “Las dietas vegetarianas bien planeadas son apropiadas durante todas las etapas del ciclo vital, incluyendo embarazo, lactancia, infancia, niñez y adolescencia, y para atletas.” 
Esta opción también ayudaría a la lucha contra el cambio climático, tan relevante de un tiempo a esta fecha. Según un estudio publicado en la revista Science, las dietas veganas podrían ayudar a reducir el impacto ambiental. 

Una familia vasca consiguió  introducir la opción de un menú  vegetariano en los colegios públicos vascos; como ya se estaba haciendo con el menú no cerdo, para los musulmanes. Queremos que esta medida se extienda en todo el estado, tanto en centros públicos como concertados. La discriminación no debería de estar consentida en ningún centro educativo.

En Portugal también han tomado medidas para acabar con la discriminación hacia nuestro colectivo. 

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Muchas Gracias.