El Artículo 43 de la Constitución Española reconoce el derecho a la protección de la salud e indica que compete a los poderes públicos organizar y tutelar la salud pública a través de medidas preventivas y de las prestaciones y servicios necesarios.

En este sentido muchos madrileños, por la enfermedad que padecen, necesitan ser valorados por médicos especialistas y someterse a las pruebas que estos prescriban para el adecuado tratamiento de su patología (tal y como indica el artículo 43).

Sin embargo, la cifra de pacientes que aguarda más de tres meses para una prueba ha crecido un 87% (según los datos aportados por eldiario.es en este artículo). No tienen mejor suerte aquellos que esperan para revisiones con el médico especiaista.

En mi caso, el retraso debido puramente a las listas de espera (además de aquel derivado del cambio de periodicidad en las revisiones) es cercano a los tres meses.

Cuando reclamé ante el hospital, que en este caso fue el Hospital Ramón y Cajal, me enviaron una carta en la que a continuación cito uno de sus párrafos:

"Con relación a su escrito de fecha 25/10/2.019, dirigido al Servicio de Neumología, relativo a su deseo de que se agilice la cita para una consulta que tiene pendiente, nos informan para que se lo transmitamos que la demora es debida al incremento de pacientes y por el momento no es posible el adelanto".

Si la fecha en la que serás atendido depende del volúmen de personas, evidentemente, no existe la prevención que exige el artículo 43 de la Constitución.

Como paciente pido, al igual que muchos que están en una situación parecida a la mía en Madrid, que se tomen medidas para reducir las listas de espera de Consultas Externas y Pruebas Diagnósticas, para evitar que las enfermedades que padecemos degeneren por falta de medios y se nos de un trato digno como pacientes.

Por este motivo, te pido tu firma para que se trate este tema en la Asamblea de Madrid y se formalice un compromiso para dar una solución a un tema que, lejos de mejorar, ha ido emperorando progresivamente con el tiempo año tras año.

Sin más, me despido dándote las gracias por tu apoyo. En temas de salud nadie está exento de tener una enfermedad (o un familiar nuestro) y debemos luchar por nuestro derecho.