Desde hace 27 años, la Comunidad Valenciana prohíbe a los apicultores polinizar los campos de cítricos en primavera. En 1993 se aprobó un decreto de la Generalitat contra la “pinyolà” para evitar la polinización cruzada de cítricos, lo que impide la instalación de colmenas en muchas áreas agrícolas. Este es el motivo por el que, mientras que la apicultura crece en el resto de Europa, languidece en nuestra región. 

La pinyolà no solo pone en peligro el oficio milenario de los apicultores, sino que también tiene graves consecuencias para las abejas. El papel imprescindible de las abejas en el ecosistema y en nuestro sistema alimentario es de sobra conocido y por ello deberíamos estar protegiéndolas y no expulsándolas de nuestra región. ¿Por qué una práctica fomentada en toda Europa como es la polinización natural está perseguida aquí?

La pinyolà afecta también a apicultores de otras comunidades que vienen a trabajar a tierras valencianas, obliga a la trashumancia de las colmenas y está perjudicando la actividad de todos los profesionales. El decreto perjudica igualmente a los agricultores que cultivan aguacate o kiwis, que desearían una polinización natural y por la proximidad a campos de cítricos sufren también las restricciones impuestas a la apicultura en la Comunidad Valenciana. Por eso exigimos su derogación.

Por favor, firma esta petición para unirte en favor de las abejas, de la miel valenciana y del medio ambiente. Acabemos con una normativa desfasada que pone en peligro la subsistencia de las abejas, dificulta la polinización natural y criminaliza a los apicultores.