Según la ONU el 75% de los estados con mayor indice de calidad de vida, desarrollo, estabilidad y continuidad política son monarquías.

El legado que dejó el Segundo Imperio Mexicano es importante pues S.M.I. Maximiliano I fue precursos e impulsor de reformas que hoy consideramos importantes, reformas que cayeron junto con el imperio, pero que despues fueron retomadas por el gobierno de Benito Juarez y se le atribuyó historicamente su creación.

Establecer una monarquía constitucional con una base parlamentaria daria certeza política a México, pues no estariamos sujetos a los vaivenes de la política muchas veces corrompida por intereses personales, pues el monarca seria un ente de imparcialidad y representación del pueblo mexicano en la cabeza del estado, a quien el primer ministro (del gobierno que el pueblo elige) le rinde cuentas, asegurando el buen gobierno la buena representación del estado mexicano.

Así mismo con las facutades que se pondrían a discusión, entre las que proponemos la capacidad del monarca de destituir al primer ministro, se asegura reprimendas institucionales a los malos gobierno sin poner en jaque la estabilidad político-social de México.

El monarca es un ente de pluralidad, independencia política, renovación en la continuidad, estabilidad y progreso con la casa imperial adecuada.