Pilar, una risueña cordobesa de 17 años, es la mayor de cuatro hermanos que viven únicamente a cargo de su madre Ana Belén porque su padre se encuentra preso desde hace 2 años por casi matar a su esposa en el último de sus arrebatos violentos en casa. Los mismos 2 años que, tras mucho andurrear por tierras andaluzas escapando del monstruo del maltrato separados unos de otros, hace que llevan por fin domiciliados todos juntos en la misma casa y en el mismo lugar, un pueblecito de la costa almeriense, donde por fin también han podido ser escolarizados los pequeños, todos los hermanos menos ella, Pilar, que al iniciar sus estudios en un ciclo formativo inexistente en su localidad, se ha visto obligada a volver a separarse eventualmente de los suyos para mudarse a Granada capital pero sabiendo que en esta ocasión no huye por obligación debido al peligro o al miedo sino que lo hace en busca de un sueño, ser chef de su propio mesón, igual que su abuelo paterno al que tanto quiere pero que por los avatares del destino no puede ver desde hace mucho tiempo, un afamado cocinero que hasta jubilarse regentaba uno de los más concurridos restaurantes de la capital cordobesa.
Pilar quería seguir sus mismos pasos pero ya iba con retraso pues tuvo que perder el curso pasado de colegio por quedarse en el pueblo a ayudar a su madre hasta que consiguieron asentarse como Dios manda en su nuevo hogar y por eso por fin este curso lo empezó con la mayor de las ilusiones; tanto es así, que sus notas en el primer trimestre no han bajado de 9,5 ninguna de ellas ¡en todas las asignaturas ha sacado sobresaliente!
Pero su madre estaba esperando a que terminaran la familiares fechas navideñas para darle la peor de las noticias y todo ha vuelto a derrumbarse de nuevo para nuestra joven. Ana Belén ya no puede estirar más los escasos ingresos que entran en casa gracias a la ayuda pública y a las horas que echa limpiando oficinas por lo que el próximo mes de febrero de alquiler del piso de Granada ya no podrá ser pagado.
Pilar, con sus 17 añitos por fuera pero toda una vida sufrida ya por dentro, ha visto truncarse su sueño y su enorme vocación por servir y contentar a los de su alrededor como afamada cocinera, al tener que volverse al pueblo junto a su madre y hermanos, porque estando ya a mitad del curso escolar aún no han recibido el ingreso de la beca general de estudios que solicitaron a finales de agosto y que la Junta les concedió hace ya meses.
El caso tan angustioso de Ana Belén y Pilar, una historia completamente real aunque con nombres y lugares cambiados, es el vivo retrato de lo que está repitiéndose infinitamente a lo largo y ancho de la geografía andaluza, existiendo casos aún más graves y trágicos si cabe y otros más comunes pero todos tratan de familias caídas en desgracia y penurias debido a lo mismo, la espera de la beca para poder estudiar ¡que nunca llega!
Familias numerosas con ambos progenitores en el paro, familias desahuciadas empleando todos sus pocos recursos en los estudios de sus hijos, jóvenes demasiado poco adultos aún estudiando a la vez que trabajando 10 horas al día para poder sufragar esos estudios, abuelos acogiendo en sus casas y manteniendo con su pensión a nietos y a sus estudios....etc...
Miles de familias con vidas partidas que ven como a pesar de haber trabajado duro y seguir haciéndolo por sacar adelante a sus hijos y a su tierra, ésta les da la espalda de la forma más cruel y desagradecida posible.
Aquí tenéis la cara oculta de esa Andalucía alegre y festiva que siempre mostráis engañando al resto de la humanidad, ¿qué hemos hecho para merecer tal burla?
Desde que inventásteis los impuestos los andaluces jamás hemos dejado de pagarlos, ¿dónde está entonces todo ese dinero? ¿dónde está nuestro dinero? La sanidad se hunde, las ayudas y el paro no llegan, no hay trabajo, tampoco nos pagáis las becas.... ¿dónde está todo ese dinero? ¿qué hacéis con nuestro dinero? ¿para qué pagamos impuestos? ¿para que os lo llevéis todo vosotros?
Pilar no pide nada gratis, no quiere regalos ni favores; esta joven andaluza sólo quiere cumplir su sueño, estudiar para ser cocinera como bien le inculcó una persona a la que admira, y abrir su propio negocio para poder construirse un porvenir y hacer que su madre vuelva a sonreír al sentirse orgullosa de ella. ¿Es tanto pedir?
¡PAGUEN NUESTRAS BECAS YA!! Antes de que sea demasiado tarde para Pilar y pueda repetirse la historia que trata de dejar atrás....
¡PAGUEN LAS BECAS DE ESTUDIOS A TODOS ESOS ANDALUCES QUE SÓLO QUIEREN SEGUIR LUCHANDO Y SALIR ADELANTE!!
Dejen de burlarse de un pueblo entero o acabarán quedándose sin nada de lo que poder presumir.
¡QUEREMOS EL ABONO DE NUESTRAS BECAS YA!