Quienes suscribimos la presente petición, somos miembros de la Santa Iglesia Católica, y realizamos esta petición como laicos y de propio derecho. 

Con motivo de la contingencia por la pandemia del Covid-19, desde el 21 de marzo las parroquias y capillas, fueron cerradas al culto público, se acataron las disposiciones buscando en todo momento el bienestar y la salud del pueblo de Dios. 

Al día de hoy, han pasado más de 140 días con los templos cerrados. Hoy la semaforización nos coloca en color naranja, y vemos cómo día a día acuden los ciudadanos a Restaurantes, Bares, Comercios, Bancos, en los cuales no se respetan la totalidad de las medidas sanitarias recomendadas. 

Hoy pedimos que los servicios religiosos sean considerados ACTIVIDAD ESENCIAL, que se permita la apertura de nuestros templos, el alimento espiritual fortalece, vivifica y sana las heridas del pecado, "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios", le dijo el Señor al diablo en el desierto.

Las parroquias estan listas con todas las restricciones y medidas necesarias, el riesgo de contagio es evidentemente menor a un restaurante o bar, nosotros, los fieles necesitamos el Pan de la Eucaristia, el Perdón de la Confesión, el Consuelo Espiritural enla Enfermedad, Encomendar nuestros muertos a la misericordia de Dios, aumentar el numero de los hijos de Dios mediante el Bautismo, y la formación de la Iglesia domestica mediante el Matrimonio. 

Los católicos en tiempos de pandemia, por el derecho a la libertad religiosa, pedimos que se abran los templos –con todas las medidas sanitarias y restricciones– para volver a la Mesa de la Eucarístia. "El pueblo de Dios desfallese de hambre".