Excelentísimo señor:

Es una evidencia trágica la carencia de algunos recursos materiales vitales, como mascarillas, trajes de protección para el personal sanitario, geles alcohólicos, aparatos de respiración asistida, material para la prueba de infección por Covid-19, entre otros.

La abundancia de este tipo de recursos contribuiría eficazmente a reducir los contagios, y en último término a salvar vidas.

Por otra parte, los responsables directos de la acción gubernamental reiteran que estamos en guerra contra el virus.

Le pedimos que consecuentemente con estos hechos y, de acuerdo con las facultades que le otorga el Real Decreto Ley de medidas urgentes para hacer frente al impacto social y económico del coronavirus, acuerde constituir con urgencia la Comisión Interministerial para actividades industriales de emergencia, y disponga de forma inmediata las medidas necesarias para incentivar o intervenir aquellas capacidades industriales, técnicas y científicas necesarias, para que se inicie en el menor plazo posible la transformación industrial dirigida a la producción masiva de aquellos bienes necesarios. El ejemplo de un par de empresas que ya han efectuado la transformación de su industria es prueba fehaciente de la posibilidad y necesidad de la misma.

Resulta impensable que un país con el desarrollo económico y técnico de España no disponga del potencial de producción necesario para abastecer aquellas necesidades a corto plazo. Solo se requiere una dirección y coordinación acertada, y los estímulos necesarios.

Existe una gran demanda, su producción tendrá el valor añadido al incidir sobre la propagación de la enfermedad, y se generará trabajo, otro de los recursos dañados por la epidemia. La necesidad y las ventajas de satisfacerlas son evidentes.

No espere más, señor presidente. Convierta en un hecho el recurso discursivo de la guerra contra el coronavirus, Covid-19, y desarrolle una verdadera industria de guerra.