Estimados amigos y amigas, mi nombre es Francisco Cid , soy profesor,  escritor y necesito  vuestra ayuda.

Como bien sabréis, esta pandemia ha golpeado mucho a todos los sectores: la cultura, las artes, hostelería, agencias de viajes, feriantes…se han vista abocados a un duro correctivo de los cuales muchas de ellos no han podido recuperarse.

Al daño “material” se  une el sufrimiento de familias con pérdida de empleos, de familiares, con graves afecciones psicológicas… Pero entre  medio, ha habido unos héroes anónimos que han aguantado ,y aguantan, estoicamente los envites de esta maldito virus, que no son otros que los niños y niñas.

Según un estudio de "Save  of Children" , 1 de 4 niños sufre o ha padecido un estado de angustia y ansiedad severo debido a la pandemia, son cifras similares a lo que acontece en lugares con conflicto bélico. 

La fundación ANAR ha comunicado que durante el confinamiento en el hogar, el número de llamadas pidiendo auxilio de menores maltratados, se duplicó. 

Esta pandemia les ha robado la infancia, les impidió durante mucho tiempo ver a sus abuelos-muchos de ellos los han perdido desgraciadamente-, les robaron  los abrazos, compartir su juguetes... Estuvieron encerrados en casa durante meses sin entender nada, el porqué de no poder celebrar el cumpleaños con sus amigos, de ver a SS MM los reyes magos por las calles, de jugar en los parques… Y cuando vino la tan ansiada “nueva normalidad”, volvieron a  sus escuelas con ventanas abiertas,  con temperaturas gélidas y mantas en sus pies para poder soportar el frío en clase.  Con zonas delimitadas en los patios como si de presos se tratasen para no coincidir con otros niños, y con unas mascarillas que ahora mismo – y doy fe de ello- son auténticas torturas por las altas temperaturas, teniendo que llevarla durante más de cinco horas, sin que nadie, absolutamente nadie les haya reconocido oficialmente por ello a nivel estatal.

Por todo esto he iniciado una campaña  para promover a nuestros niños y niñas al premio Princesa de Asturias De La Concordia, una empresa harta compleja pero que estoy seguro que al menos haremos mucho ruido. Para ello, necesito que firmes esta petición y devolver a la infancia el lugar que merece, para poder volver a soñar por un futuro encabezado por nuestros niños y niñas en forma de reconocimiento.

Con un  simple gesto como firmar esta petición, podemos hacer que los niños, vuelvan a sonreír.

Démosle a ellos, el protagonismo que merecen.

Gracias.