Los médicos de las intalaciones públicas deportivas que están cerradas a causa del confinamiento, los geriatras de centros de día públicos y todo médico titulado que ejerce en cualquier instalación pública que haya cerrado, están en sus casas mientras que se están reincoporando médicos jubilados y contratando estudiantes de medicina para atender a los enfermos. 

Teniendo en cuenta que son médicos titulados, que están ocupando una plaza pública y cobrando sin trabajar, deberían obligarles a incorporarse en hospitales, centros de salud o allí donde sean necesarios, dadas las circunstancias.