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On February 6th, the Arlington County School Board will vote on a proposal to move over 2,400 kids across three elementary schools - Key Immersion School, Arlington Traditional School, and McKinley Elementary. The goals for doing so have shifted over time and remain unclear.

In a growing county with diverse needs, we understand that changes like school moves and boundary adjustments are often necessary. But as taxpayers, parents, and concerned citizens we want to the Arlington County School Board and its staff to support sensible, sustainable change based on good governance, clear goals, and sound, data-driven logic. Approving the current school moves proposal is the opposite of these ideals. Specifically:

The school move proposal exacerbates the county’s broader struggle with diversity. As in other communities, Arlington’s historic housing patterns have effectively segregated low-income and minority families, and its schools reflect those same patterns of segregation. Yet despite repeated requests from PTAs and parents across the county -- and in the immediate aftermath of a recent settlement between Arlington Public Schools (APS) and the Justice Department over English language learners -- APS staff has not performed any detailed analysis of how proposed school moves would affect the demographics of those school populations. 

In a recent survey, more than 60% of Spanish-speaking families currently part of the Key Immersion school community have said they won’t be able to move with the program to its proposed new location. APS argues that Key Immersion would draw more native Spanish speakers if it were in a more central location--but their evidence for this is entirely anecdotal.  

What’s more, moving the Arlington Traditional School and its VPI preschool program to the McKinley building would adversely affect low-income families who rely on public transit. Families trying to reach the school on a Metrobus could double their commute time. This would discourage enrollment for families without cars, negatively impacting the diversity of a school that has demonstrated results in closing the achievement gap for high-needs students. 

APS has stated that instruction should lead all school changes, but option schools are being moved at a time when its own Instructional Program Pathways work is incomplete. . The Assistant Superintendent of Teaching and Learning and the Chief Equity, Diversity, and Inclusion Officer roles were also empty as this plan to shuffle schools and thousands of students was put in place. Despite its claims of being more ‘data driven’ APS doesn’t define what data are actually driving the school moves proposal and can’t clearly articulate the net benefits in terms of generating needed seats in high-growth areas, or maximizing the number of walkers versus bus riders.  APS staff provided data that supposedly backed their plan to move schools, including maps and charts, but then told parents and PTAs not to rely too heavily on it. There was no data/analysis of impact on school-level diversity or sufficient analysis on costs.

We all want what's best for our children's education. Let's tell our leaders and public servants to do it right - starting with voting no on this proposal!

El 6 de febrero, la Junta Escolar del Condado de Arlington votará una propuesta para trasladar a más de 2,400 niños a través de tres escuelas primarias: Key Immersion School, Arlington Traditional School y McKinley Elementary. Los objetivos para hacerlo han cambiado con el tiempo y siguen sin estar claros.

En un condado en crecimiento con diversas necesidades, entendemos que a menudo son necesarios cambios como cambios de escuela y ajustes de límites. Pero como contribuyentes, padres y ciudadanos preocupados, queremos que la Junta Escolar del Condado de Arlington y su personal apoyen un cambio sensible y sostenible basado en la buena gobernanza, objetivos claros y una lógica sólida basada en datos. Aprobar la propuesta actual de movimientos escolares es lo opuesto a estos ideales. Específicamente:

La propuesta de cambio de escuela exacerba la lucha más amplia del condado con la diversidad. Al igual que en otras comunidades, los patrones de vivienda históricos de Arlington han segregado efectivamente a las familias minoritarias y de bajos ingresos, y sus escuelas reflejan esos mismos patrones de segregación. Sin embargo, a pesar de las repetidas solicitudes de las PTA y los padres en todo el condado, y en el período inmediatamente posterior a un acuerdo reciente entre las Escuelas Públicas de Arlington (APS) y el Departamento de Justicia sobre los estudiantes del idioma inglés, el personal de APS no ha realizado ningún análisis detallado de cómo se propuso los movimientos escolares afectarían la demografía de esas poblaciones escolares.

En una encuesta reciente, más del 60% de las familias de habla hispana que actualmente forman parte de la comunidad escolar de Key Immersion han dicho que no podrán mudarse con el programa a su nueva ubicación propuesta. APS argumenta que Key Immersion atraería a más hablantes nativos de español si estuviera en una ubicación más central, pero su evidencia de esto es completamente anecdótica.

Además, trasladar la escuela tradicional Arlington y su programa preescolar VPI al edificio McKinley afectaría negativamente a las familias de bajos ingresos que dependen del transporte público. Las familias que intentan llegar a la escuela en un Metrobus podrían duplicar su tiempo de viaje. Esto desalentaría la inscripción para familias sin automóviles, impactando negativamente la diversidad de una escuela que ha demostrado resultados en cerrar la brecha de rendimiento para los estudiantes con altas necesidades.

APS ha declarado que la instrucción debe liderar todos los cambios escolares, pero las escuelas opcionales se están moviendo en un momento en que su propio trabajo de las Rutas del Programa de Instrucción está incompleto. . El Asistente del Superintendente de Enseñanza y Aprendizaje y los roles de Oficial Principal de Equidad, Diversidad e Inclusión también estaban vacíos, ya que este plan para barajar escuelas y miles de estudiantes fue implementado. A pesar de sus afirmaciones de estar más "impulsado por los datos", APS no define qué datos están realmente impulsando la propuesta de movimientos escolares y no puede articular claramente los beneficios netos en términos de generar asientos necesarios en áreas de alto crecimiento, o maximizar el número caminantes versus pasajeros de autobuses. El personal de APS proporcionó datos que supuestamente respaldaron su plan para trasladar las escuelas, incluidos mapas y gráficos, pero luego les dijeron a los padres y a las PTA que no confiaran demasiado en él. No hubo datos / análisis de impacto en la diversidad a nivel escolar o análisis suficiente sobre los costos.

Todos queremos lo mejor para la educación de nuestros hijos. ¡Digamos a nuestros líderes y servidores públicos que lo hagan bien, comenzando por votar no a esta propuesta!