Hoy las motocicletas se encuentran catalogadas con las etiquetas medioambientales de la DGT, y consideradas contaminantes con el mismo baremo que automóviles, furgonetas o camiones, en lugar de ser considerada en Madrid como el mejor instrumento de movilidad sostenible.

La motocicleta:

1- Es eficiente en términos de emisiones. Según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, las motos emiten 72 gramos de CO2 por pasajero y kilómetro, y cualquier moto consume menos que la inmensa mayoría de vehículos más pesados, incluyendo los de etiqueta ECO.

2- Contribuye a la descongestión del tráfico: su reducido tamaño le permite filtrarse entre los coches. Reduce los tiempos de desplazamiento. En ciudad, ir en moto permite acortar la duración de los trayectos entre un 50 y un 70% lo cual redunda en menos consumo, menos emisiones, menos tiempo en circulación, y menor tiempo para aparcar. Estas cualidades fueron reconocidas por el Parlamento Europeo mediante una resolución en la que se pide a las distintas administraciones en el marco de la UE que promuevan su uso como solución a la creciente problemática de la movilidad urbana: "Si se reemplazaran un 10% de los vehículos por motos, los atascos se reducirían en un 40%. Un beneficio para todos los usuarios de la vía, incluido el transporte público", afirman desde la Asociación Anesdor.

Ni son vehículos contaminantes, ni congestionan el tráfico sino al revés, ni dan mil vueltas para aparcar, y deberían ser consideradas una solución y no tratadas igual que los vehículos mucho más pesados.

Además, las motocicletas sufren una doble discriminación normativa, pues si los coches y furgonetas de gasolina disponen de etiqueta B desde el año 2000, las motos sólo tienen la etiqueta B aquellas fabricadas desde el 2003, y las anteriores carecen de etiqueta, algo que no se entiende, tratar un vehículo tan ligero y de bajo consumo como si fueran terroristas medioambientales frente a coches o furgonetas de gasolina de los años 2000 a 2003.

Un poco de sentido común! Las motos son vehículos ligeros.

Nuestra petición es que las motocicletas dejen de considerarse conforme a los criterios de etiquetaje medioambiental, que sólo debería influir para su segundo mercado, y se permita a todas  circular con libertad de zonas y horarios por ciudades como Madrid, pues contribuyen a la descongestión del tráfico y mejora de la movilidad, con mínimas emisiones, independientemente de su etiqueta o carencia de la misma.