Since early-2019 the Puerto Rico’s board of nursing (Junta Examinadora de Enfermería de Puerto Rico) has been delaying professional license endorsement requests of U.S Registered Nurses. These critical care nurses have applied for Puerto Rican endorsement to pursue a graduate education (i.e Masters of Nursing with Anesthesia Specialty). Such program includes graduation requirements of clinical rotations (2,000+ hrs) with direct patient care and completion of at least 600 surgical cases of different specialties. Hospitals in Puerto Rico do not accept an out-of-state nursing license, and require PR endorsement in order to practice.
       The reason for this delay is due to a newly added requisite for U.S RNs to complete a university level course of the “History of Puerto Rico” prior to endorsement approval. This request comes after all applicants had fulfilled and confirmed the requirement list received from the local board of examiners, which did NOT include the history course. Such requirement has only been enforced as of January 2020, which is applicable only to registered nurses from foreign countries outside of the U.S. Now, they are demanding ALL endorsing RNs to take this college level, non-healthcare related class as part of the licensing process. Their own bylaws do NOT include a history class in the section for U.S RNs endorsing to the island; the class is mentioned in a separate section containing only foreign-specific requirements. However, they are manipulating the regulatory document and insisting that it is indeed mandatory. At this moment, there are more than a dozen students currently enrolled in COA accredited Nurse Anesthesia programs in Puerto Rico. They are facing imminent dismissal from their institution if unable to obtain licensure. 
       We request the Junta Examinadora de Enfermería de Puerto Rico to process the endorsement without this impertinent requisite. These nurses are not only coming to advance their education. They would also contribute to the island’s economy and increase patient’s access to care through their professional experience and new advanced training provided by the Puerto Rican institutions.

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       Desde temprano en el 2019 la Junta Examinadora de Enfermería de Puerto Rico a estado atrasando el proceso de endoso a enfermeros generalista estadounidenses. Estos enfermeros con experiencia en cuidados críticos solicitan endoso para obtener una educación graduada (ej. Maestría en Enfermería con Especialidad en Anestesia), tal proceso requiere cumplir con un mínimo de 2,000 horas clínicas y 600 casos quirúrgicos de diferentes especialidades. Los hospitales de Puerto Rico no aceptan licenciatura profesional de otros estados, por ende es necesario la licencia de el país para poder ejercer.
       La razón por el atraso es que la junta está solicitando como requisito añadido una clase de historia de Puerto Rico antes de recibir endoso. Este requerimiento es reservado sólo para los estudiantes que practican enfermería en países fuera de Estados Unidos. Ahora quieren exigir que cada enfermero estadounidense complete una clase universitaria, sin relación al cuidado del paciente, antes de recibir endoso. En el propio reglamento de la junta NO está incluida la clase de historia en la regla que contiene los requisitos de endoso para enfermeros estadounidenses. Esta clase solo es mencionada bajo otra regla que contiene  requisitos específicos para enfermeros que practican fuera de los Estados Unidos o sus territorios. Sin embargo, están manipulando su reglamento e insisten que tal clase si es mandatoria para recibir endoso. En estos momentos, hay más de una docena de estudiantes admitidos a un programa de enfermería con especialidad en anestesia acreditada por el COA. Estos estudiantes quedarían destituidos de sus universidades si no se les otorga la licencia de enfermería.
       Le pedimos a la Junta Examinadora de Enfermería de Puerto Rico que procese los endosos sin el requerimiento inadecuado de historia de Puerto Rico. Estos enfermeros no solo vienen a continuar su educación, a su paso aportan a la economía de la isla y al cuidado de pacientes con su vasta experiencia y los entrenamientos avanzados que proveen las instituciones Puertorriqueñas.