Actualmente hay muchas preguntas científicas que acucian a los médicos que tratan a miles de pacientes de COVID19.  Responderlas bien es fundamental para aprovechar mejor los recursos y salvar vidas. 

Las buenas noticias son que

1. Hay miles de científicos deseosos de abordar estas preguntas.
2. Tenemos muchísimos datos recogidos de los pacientes de COVID19 en los hospitales que son una fuente fundamental de información. 

La mala noticia es que esos datos están literalmente atrapados en los hospitales y los científicos no tienen acceso a ellos debido a que los médicos asistenciales están desbordados y no pueden dedicar tiempo a recopilar y preparar datos y los procedimientos administrativos requieren largos procesos.

Las consecuencias de no aprovechar la información clínica para aprender sobre la enfermedad son nefastas para futuros pacientes. Necesitamos urgentemente facilitar el acceso a los datos (convenientemente anonimizados) para que los investigadores puedan analizarlos y ayudar a los médicos asistenciales.

Afortunadamente la solución está en manos del gobierno. Solo tienen que ordenar que todos los datos hospitalarios de cada paciente ingresado con diagnóstico de COVID19 sean remitidos por cada hospital a un repositorio central en el ministerio.  Una vez allí, un equipo de expertos podría curar esta información y preparar bases de datos para la investigación.  Esto permitiría ir actualizando a diario los datos y los modelos estadísticos para mejorar la información. Es técnicamente posible y ahora se dispone de mucha gente cualificada a nivel nacional, autonómico y local que podrían hacer esto si tuvieran órdenes claras y estrictas.

Estamos pidiendo que se ponga a disposición de los científicos esos datos para que podamos proveer de información para ganar la guerra contra el COVID19.