Los patrulleros de Vigilancia Aduanera en el Cantábrico tienen cerca de 40 años, son de madera, su nivel de mantenimiento se ha reducido y empiezan a estar en un estado lamentable.

Con ellos han llevado a cabo últimamente importantes aprehensiones de cocaina en veleros con gran riesgo para sus tripulantes.

No existe un plan de renovación, todo lo más la idea de que en 2 o 3 años puede que suban algún barco viejo del sur (24 años), retirados de allí por obsoletos, averiados e inadecuados para el mar Cantábrico. Pura chatarra.

La única solución es la construcción de un patrullero contrastado, de un material que aguante mares (aluminio o acero), como los construidos por la Guardia Civil (modelo Río Luna) o Salvamento Maritimo (Guardamar Urania) que además son más baratos que los últimos modelos de fibra adquiridos por Vigilancia Aduanera (Condor), descartado en el norte por inadecuado.

Si se adquiere uno, estamos seguros de que saldrá tan bien y tan barato que se acabarán construyendo más.

Esta petición no va contra nadie, sino a favor de VA. Se trata de favorecer un proceso participativo y evitar el colapso logístico al que pueden llegar las bases de VA en el norte en los próximos años.