POR UN QUIRÓFANO SENSIBLE AL TRAUMA INFANTIL | MANIFIESTO

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Creada
7 de noviembre de 2022
Firmas: 51.049Próximo objetivo: 75.000
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Por qué es importante esta petición

Iniciada por Gorka Saitua

HECHOS 


En España es habitual que se separe a las niñas y los niños de sus progenitores —o de las personas que puedan darles seguridad— antes de ser anestesiados para una intervención quirúrgica, lo que es una modalidad de VIOLENCIA que tiene POTENCIALES EFECTOS TRAUMÁTICOS para la infancia.   


Podemos decir que un acto es VIOLENTO cuando de manera consciente o de forma negligente, se genera un daño a otra u otras personas por el hecho de imponer y priorizar la voluntad de alguien más poderoso, o los intereses de una institución, por encima de las necesidades de otra que se encuentra en una situación de especial vulnerabilidad. Siendo especialmente reprobables las diferentes formas de violencia contra la infancia por las implicaciones que puede tener a largo plazo y en relación al desarrollo emocional y físico de las niñas y los niños.   


ATERRORIZAR a la infancia alejándola de sus figuras de referencia en momentos de extrema vulnerabilidad, y sometiéndola a intervenciones invasivas, es una forma de VIOLENCIA que, lamentablemente, ha sido institucionalizada por el sistema de salud.  


Un evento es POTENCIALMENTE TRAUMÁTICO cuando se da una amenaza ante la que una persona siente que no se puede proteger, y no dispone de nadie a su alrededor que pueda proteger, inspirar seguridad o servir de andamiaje emocional para tolerar lo ocurrido, produciéndose una respuesta vagal dorsal, que habitualmente se percibe como inmovilidad, bloqueo, colapso o incluso desmayo, reacciones frecuentes en las niñas y niños expuestos a estos procedimientos, que repentinamente dejar de llorar y aparentemente se someten al equipo quirúrgico cuando sus figuras de referencia dejan de estar presentes.  Estas reacciones, que pueden interpretarse por el mundo adulto como “sometimiento” o “tranquilidad” son, en realidad, un indicador de posibles EPISODIOS DISOCIATIVOS que provocan una ruptura entre la experiencia consciente y somática, con graves repercusiones de cara el futuro.   


Esta DISOCIACIÓN es promovida, en muchos casos, por la medicación sedante que se suministra a las niñas y los niños previamente a la anestesia, que tiene un gran potencial amnésico, cosa que podría tener importantes consecuencias de cara al ulterior tratamiento del trauma, al dificultarse la conexión entre el recuerdo y la experiencia somática asociada al mismo.   


No es infrecuente que las niñas y niños sometidos a procedimientos quirúrgicos en estas condiciones experimenten sintomatologías relacionadas con el ESTRÉS POSTRAUMÁTICO, tales como pesadillas, bloqueos sin causa aparente, miedos irracionales, hiperactivación del sistema de apego, cuadros de ansiedad generalizados, somatizaciones, hipoactivación, alteración de los procesos cognitivos y ejecutivos, dificultades de concentración, etc. Síntomas todos ellos que, de no recibir un tratamiento urgente y adecuado podrían cronificarse, afectando a su desarrollo, estado físico, rendimiento académico y sociabilidad, entre otros aspectos de su vida.    


Es importante destacar que el potencial traumático de un evento no tiene tanto que ver con la gravedad objetiva del mismo o el peligro real que ha podido suponer, sino con la PERCEPCIÓN DE AMENAZA que la niña o el niño tiene en relación al mismo. Dándose la circunstancia de que, en muchas ocasiones, el mundo adulto no es capaz de relacionar el trauma con procedimientos quirúrgicos ordinarios, sin aparente trascendencia, pero que para las pequeñas y los pequeños han implicado una AGRESIÓN hacia su cuerpo por parte de personas desconocidas que han ejercido su poder para someterlo emocional, física, mecánica y/o farmacológicamente.  


En contra de lo que los profesionales sanitarios suelen creer, cuanto más temprana sea la edad en que se produce la intervención quirúrgica, más riesgo hay de trauma y de que sus consecuencias afecten al desarrollo, siendo especialmente relevante en niñas y niños pequeños y en bebés, que aún no tienen desarrollada su memoria episódica y su pensamiento simbólico, lo cual, les hace más vulnerables si cabe a este tipo de procedimientos.  


La experiencia de muchas madres, padres y otros adultos de referencia que han presentado QUEJAS al sistema de salud para revertir esta situación ha sido muy negativa. Como norma general, los hospitales tienden a responder a las mismas con evasivas, de manera superficial, y/o priorizando la defensa de los profesionales en plantilla a las necesidades de la infancia y sus familias, dejándoles en una situación de INDEFENSIÓN ABSOLUTA, a pesar del evidente daño causado a las pequeñas y los pequeños.  


  
FUNDAMENTOS JURÍDICOS 


Se da la circunstancia de que la Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia dice que:  


«Las medidas contenidas en el capítulo VI respecto al ámbito sanitario se orientan desde la necesaria colaboración de las administraciones sanitarias en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. En este marco, se establece el compromiso de crear una nueva Comisión frente a la violencia en los niños, niñas y adolescentes con el mandato de elaborar un protocolo común de actuación sanitaria para la erradicación de la violencia sobre la infancia y la adolescencia. Además, en el marco de la atención universal a todas aquellas personas menores de edad en situación de violencia, se garantiza una atención a la salud mental integral y adecuada a su edad.» 


El artículo 16, de la misma ley, establece:  


«El deber de comunicación previsto en el artículo anterior es especialmente exigible a aquellas personas que, por razón de su cargo, profesión, oficio o actividad, tengan encomendada la asistencia, el cuidado, la enseñanza o la protección de niños, niñas o adolescentes y, en el ejercicio de las mismas, hayan tenido conocimiento de una situación de violencia ejercida sobre los mismos.» 


«En todo caso, se consideran incluidos en este supuesto el personal cualificado de los centros sanitarios, de los centros escolares, de los centros de deporte y ocio, de los centros de protección a la infancia y de responsabilidad penal de menores, centros de acogida de asilo y atención humanitaria de los establecimientos en los que residan habitualmente o temporalmente personas menores de edad y de los servicios sociales.» 


«Cuando las personas a las que se refiere el apartado anterior tuvieran conocimiento o advirtieran indicios de la existencia de una posible situación de violencia de una persona menor de edad, deberán comunicarlo de forma inmediata a los servicios sociales competentes.» 


«Además, cuando de dicha violencia pudiera resultar que la salud o la seguridad del niño, niña o adolescente se encontrase amenazada, deberán comunicarlo de forma inmediata a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y/o al Ministerio Fiscal.»

  
PROPUESTA 


Las personas firmantes de este manifiesto exigimos a las instituciones competentes (Ministerio de Sanidad, Defensor del Pueblo, Ministerio Fiscal, etc.) el CUMPLIMIENTO ÍNTEGRO de la LEGISLACIÓN EN MATERIA DE PROTECCIÓN A LA INFANCIA en los centros de salud del estado, garantizando que las niñas, los niños y las personas adolescentes que vayan a ser intervenidos quirúrgicamente -a no ser que concurran factores de riesgo mayores evidentes y comprobados-, puedan estar EN COMPAÑÍA DE SUS FIGURAS DE REFERENCIA hasta ser ANESTESIADOS POR COMPLETO, así como despertar junto a las personas que puedan darles seguridad sin restricciones de ningún tipo, a fin de evitarles cuadros de estrés postraumático que puedan alterar su desarrollo físico y emocional de forma prolongada en el tiempo o permanente.  


Exigimos, también, la implantación de un PROTOCOLO SANITARIO ESTATAL que garantice el buen trato a la infancia en los quirófanos por parte de todo el personal de los mismos, así como la formación necesaria de cara a la consideración y prevención del trauma, y el debido tratamiento especializado URGENTE para las niñas y los niños que todavía padecen las secuelas de este tipo de procedimientos irrespetuosos con la infancia.  


Finalmente nos reservamos el derecho a emprender ACCIONES LEGALES, si por acción u omisión se mantiene este flagrante incumplimiento de la legislación vigente.  


Gracias por firmar y difundir.  

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