Durante la pandemia fuimos esa voz amable que atendía a las miles de llamadas que se recibían día a día en el call center de Carrefour: trabajamos a destajo, haciendo horas de más sin ningún tipo de pega porque sabíamos que la alimentación y nuestro sector era un sector esencial. Muchas de las trabajadoras llevan trabajando desde que la empresa Carrefour montó sus primeros equipos, primero dentro de la empresa y después externalizando el servicio con la empresa Sitel Group. Pero a partir del 16 de noviembre y por decisión de Carrefour España, este contrato ha cambiado de empresa al Grupo Unísono, otra empresa de contact center. 

La nueva empresa no quiere subrogar a la plantilla, y Sitel no quiere despedir a más de 240 teleoperadoras/es (el 70% son mujeres) por el coste económico que supondría. Y sin una empresa que te contrate, y sin otra que te despida, 240 personas nos vamos a quedar en la calle por la decisión de Carrefour España.

Por eso hemos iniciado esta petición de extrema urgencia: para evitar que 240 teleoperadoras que atienden el servicio se queden en un limbo laboral, sin sueldo, sin indemnización, y sin ni siquiera poder solicitar el paro ya que no han sido despedidas. 

Si ya de por sí la vida es tremendamente dura con un salario que varía entre los 600 y los 1.000 euros, con jornadas parciales para atender a los picos de trabajo, imagínate lo que es quedarte a 0 euros en tus ingresos mes a mes. 

Firma esta petición: para pedir a Carrefour España que medie, y asuma su responsabilidad con quienes han sido su voz de atención al cliente. ¡Firma para decir NO al despido de las 240 teleoperadoras de Carrefour! 

Tenemos que evitar por todos los medios que estas trabajadoras sean despedidas. Sobre todo porque este despido manda un mensaje terrorífico a otras empresas de call center que estén planteándose a futuro hacer lo mismo: no subrogar los contratos, y esperar a ser demandadas un año mientras dejas en la estacada a tus trabajadores. 

Por favor, firma y comparte esta petición: sabemos que cuanta más presión hagamos, más posibilidades tendremos de que se respeten los derechos laborales de estas teleoperadoras.