Chiara Páez tenía tan sólo 14 años cuando se enamoró por primera y última vez. Era alegre, solidaria, empática, divertida, tenía miles de sueños y proyectos. La inocencia propia de su edad la hizo creer que Manuel Mansilla la quería bien, en serio. Quedó embarazada, no sabía qué hacer. Él quería que abortara, ella dudaba. Habló con su mamá y sintió apoyo y contención. El 10 de mayo de 2015, Chiara no tenía ánimo de encontrarse con Manuel para decirle que quería tener a su bebé. De alguna manera Mansilla la hizo ir a la casa y la atacó brutalmente, le hizo un corte de seis centímetros en el cuello con un cuchillo y la golpeó con violencia hasta matarla. Con total frialdad y la evidente colaboración de allegados, la enterró en el patio de la casa de su abuelo, donde horas después comían un asado familiar, como si nada hubiera pasado, mientras todo Rufino la buscaba infructuosamente y él los distraía con relatos contradictorios y localizaciones aleatorias con el chip que le había sacado al celular de Chiara. Cercado por los indicios y la sospecha generalizada, Manuel Mansilla finalmente confesó el crimen. Nunca pidió perdón ni mostró arrepentimiento. El femicidio de Chiara desencadenó el primer #NiUnaMenos y las calles de 70 ciudades del país se colmaron pidiendo justicia por Chiara.

Mansilla fue juzgado como menor y condenado en 2017 a 21 años y medio de prisión. Por ser menor de edad al momento del crimen, le dictaron dos tercios de la condena máxima de 35 años. La Fiscalía había pedido perpetua y apeló el fallo y la defensa de Mansilla también apeló, pidiendo la absolución y la Cámara de Apelaciones de Rosario ratificó la condena en marzo de 2018. Mediante argucias legales, Mansilla y su familia lograron que en febrero de 2021 la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe anulara la prisión y ordenaron que se lo juzgara nuevamente por un Tribunal de Justicia de Menores bajo la carátula “tentativa de homicidio”, con una condena potencial de 10 a 15 años. Como cumplió 7 años en la cárcel, si se convalida lo decretado por la Corte, el sádico femicida de su propia novia y el hijo que Chiara llevaba en su vientre podría acceder a salidas transitorias y la reducción de su condena.

El 1 de marzo se realizó una audiencia de apelación en los Tribunales de Venado Tuerto y la Cámara integrada por los jueces Guillermo Llaudet, Georgina Depetris y Javier Beltramone analizan el caso y los padres de Chiara volvieron a revivir el drama. Verónica Camargo, la madre de Chiara Páez, luego de la audiencia expresó que “fue muy duro escuchar a la abogada defensora hablando de las virtudes de Mansilla, que es buen estudiante y trabajador. Un niño no actúa con la frialdad que tuvo después de asesinar a Chiara; me llamó por teléfono y estuve con él cuando fui a hacer la denuncia a la comisaría después de cometer un crimen tan horroroso".

Hoy decimos BASTA de garantismo. Manuel Mansilla debe cumplir el total de la condena. El mensaje de la Justicia tiene que que ser claro y contundente. Mientras se aguarda una sentencia ejemplar, se convoca a toda la sociedad a pedir que NO se le reduzca la pena al femicida y asesino de Chiara y su bebé.

La campaña invita a pedir Justicia y lleva el lema #ChiaraEnMiCorazon, instando a que en estos momentos de terminar con la violencia de género, se mantenga una condena ejemplar.

#ChiaraEnMiCorazon #8MPorChiara #NiUnaMenos