Un grupo de profesionales de la educación en la zona de Occidente, quieren levantar la voz y que los colegas de todo el territorio se pronuncien también sobre la problemática actual de la poca o casi nula acción del MEP en cuanto a la salud mental de sus funcionarios. Con el agravante que cada vez más escuchamos lamentables noticias de suicidio en la comunidad docente. Este movimiento lo titúlanos como la carta de los diez mil:

            La carta de los diez mil

Petitoria a autoridades ministeriales y gremios magisteriales
Octubre 2022
Desde hace muchos años, se ha posicionado en el ideario costarricense, que el Ministerio de Educación Pública (MEP), es el patrono más grande de Costa Rica. Es más, el patrono más grande de Centroamérica. El peso e impacto del Ministerio de Educación Pública, en la economía costarricense y centroamericana, permite concluir que no hay ninguna institución o empresa que genere tanto impacto positivo. Su presupuesto es el mayor de un ente estatal en Costa Rica y por sí solo, es más grande que todo el presupuesto del gobierno de la Republica de Nicaragua.
Si bien es cierto, el Ministerio de Educación Pública ha sido creado y obedece a la más legítima y sana aspiración de la nación de poseer servicios educativos de calidad y garantizar el acceso al derecho a la educación, resulta imperativo reconocer que sus 85 mil funcionarios constituyen su valor más preciado para la exigibilidad y concreción de esas sublimes aspiraciones nacionales.
En los últimos años, la humanidad ha resultado severamente impactada por la Pandemia ocasionada por el COVID-19. Cerca de 10 millones de muertes relacionadas con este virus (OMS), millones de empleos perdidos, economías destrozadas y múltiples afectaciones sociales, culturales y de salud mental.
En el caso de Costa Rica, el 1o marzo 2020 se detecta el primer caso confirmado. El 6 de marzo de ese mismo año, se anuncia al país el primer fallecido por dicha causa. El 16 marzo, el gobierno de la Republica anuncia, una serie de medidas para la contención de la pandemia, entre ellas el decreto de emergencia y la suspensión del curso lectivo 2020.
El 24 diciembre 2020 llegan las primeras vacunas al país y de inmediato se inicia la estrategia de vacunación para las poblaciones de mayor riesgo.
En setiembre del 2022, el gobierno de la República decide levantar el decreto de emergencia y todas aquellas medidas que regulaban y restringían el libre tránsito, libertad de comercio, libertad de reunión, así como las medidas sanitarias tales como la obligatoriedad de las mascarillas, lavado de manos y aforos controlados, entre otros.
Globalmente, la humanidad aún se encuentra en una transición de estado de Pandemia a Post-pandemia, lo cual produce, diversos escenarios, en el

ámbito político, educativo, social, antropológico, económico, cultural, laboral y de salud.
En el contexto del curso lectivo 2022 se retoma la presencialidad y se instituye, el Plan Integral de Nivelación Académica 2022-2025. En dicho Plan, prevalece una mediación pedagógica que privilegia lo académico sobre lo demás, donde hay énfasis en los aprendizajes en matemáticas español, ciencias e idiomas (Pág. 29,30 – 38,39) PINA 2022-2025, con lo cual se pretende recuperar, reforzar y nivelar aprendizajes base, habilidades y competencias no desarrolladas a cabalidad en los cursos lectivos anteriores.
Hemos sido testigos en el curso lectivo 2022, de la explosión de incidentes de violencia en los centros educativos donde la convivencia y la cultura de paz, así como la integridad física y emocional de personas estudiantes y de docentes se han visto afectadas. Múltiples factores podrían explicar la aparición de conductas disruptivas en cantidad y frecuencia inusuales.
Con el retorno de la presencialidad, se evidencian dificultades de adaptación a la cotidianidad en las aulas, donde afloraron conductas de poca tolerancia, empatía y dificultades en la convivencia en la comunidad educativa, entre otras a partir del confinamiento. Esto, asociadas a las situaciones familiares, socioeconómicas, emocionales, durante los 30 meses de emergencia sanitaria y después de la misma.
Durante todo ese lapso, las acciones dirigidas a velar y preservar la salud mental de los profesionales de la educación, han sido mínimas, aisladas e insuficientes. Desde finales de enero del año en curso, profesionales de la Regional Educativa de Occidente alertaron a autoridades nacionales sobre la conveniencia y justificación de que toda acción ministerial dirigida o tendiente a la normalización del curso lectivo, debía incluir actividades que resguardasen la salud mental de personas docentes, personal administrativo y estudiantes. Y que ello, debía plasmarse con claridad y con contundencia. Desafortunadamente, algunos de estos señalamientos aparecen diluidos e inconexos en el PINA (pág. 27 y 31).
A finales de este curso lectivo, lamentamos la magnitud de funcionarios del Ministerio de Educación Pública que se han visto afectados en su salud mental, manifestada en la presencia de ideas de autoeliminación, estado depresivos , aumento de conductas auto destructivas, estrés, ansiedad, que a su vez repercuten en la salud física.

Ante la gravedad de dicha problemática, la indolencia, la ausencia de acciones y la inexistencia de una política real y vigorosa que salvaguarde la salud emocional de personas funcionarias y comunidad estudiantil, no es opción. Es notable la ausencia, de acciones y medidas articuladas que atiendan este problema. La generación de afiches, el servicio de la línea telefónica estamos con vos, revisten más características de medidas de urgencia que, de ser parte de un plan articulado de una política Institucional.
A la fecha, ni el MEP como patrono, ni los gremios magisteriales ni el colegio profesional, han definido un plan de salud mental y autocuidado dirigido a sus funcionarios.
De la misma manera, atenciones individuales en preescolar, los PRIN, recargos en escuelas Laboratorio, Círculo de la Armonía y de la Creatividad, Talleres y Clubes en Tercer Ciclo; necesariamente deben retornar a su esencia y naturaleza.
La cultura de paz, la sana convivencia, ejecución del currículo de forma integral, deben ser el norte que nos guía y orienta; y para ello se requiere que: Planes Operativos, Calendario Escolar y Jornada Educativa, establezcan con claridad la apertura de espacios.
Docentes de la Regiòn de Occidente