El Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) en los productos básicos es un impuesto muy injusto porque no respeta el principio de equidad. Conforme los ingresos familiares son menores, el impuesto tiene más impacto y es mas injusto. No es lo mismo sufragar los productos básicos con un sueldo de 600 € que no hay manera de alargar hasta fin de mes que hacerlo con el sueldo de un alto magistrado, un parlamentario o los ingresos de un rico empresario o banquero.

El problema se agrava ante una inflación que no ha parado de crecer estos meses (5,5 % hasta noviembre) y que va a continuar haciéndolo durante los próximos tiempos. Se agrava en particular en el caso de los trabajadores con bajos salarios y en el de las personas con pensiones bajas o mínimas, que están viendo cercenada su ya muy castigada capacidad adquisitiva.

Es por esto que exigimos la supresión del IVA sobre los productos básicos y que la pérdida de ingresos fiscales que de ello se derive sea compensada, al mismo tiempo, con un aumento del impuesto a las grandes sociedades y a las grandes fortunas.