A la opinión pública:

 

Promover una elección de autoridades sindicales, suspendiendo las clases de los niveles de inicial, preescolar, primaria y educación especial de la ciudad de México para ratificar a la planilla en el poder, sin la posibilidad de dialogar y permitir la confluencia de todas las voces y la representación democrática de una disidencia, es un acto de abuso del poder, de prepotencia y de despotismo.

 

Presionar a supervisores y directores en reuniones, a través de llamadas telefónicas y mensajes de las redes sociales, solicitando la lista de las y los docentes que se comprometen a votar por las planillas cupulares oficiales (naranja y morada) y pedir la evidencia del voto, son actos de corrupción que buscan aniquilar la participación democrática y la lucha por transparencia sindical. 

 

Maniobrar a través de silencios, cierre de instalaciones, engaños, descalificaciones y el negar el registro a una planilla democrática, implica un profundo temor a permitir la participación abierta, consensada y crítica de los miembros del sindicato. Suman ahora 25 años que las y los docentes de la ciudad de México no pueden elegir a sus representantes sindicales.

 

Para no escuchar críticas, ni llamadas a cuenta, ni cuestionamientos por procederes oscuros la cúpula actual del SNTE  de la 9ª en la Ciudad de México ha preferido cerrar el paso, no escuchar las voces, impedir el diálogo y organizar en contra una elección a modo para ratificarse en el poder. Cualquier parecido al comportamiento de la época de Santa Anna o al Porfiriato no es mera concidencia. No están dispuestos a asumir sus responsabilidades, a dar cuentas del manejo de la cuotas sindicales, a explicar por qué los miembros de la dirigencia sindical oficial tienen años de no pisar una escuela, ni un aula. Su distancia con el acto de enseñar es inconmesurable. Es por ello que en sus acciones buscan solamente coludirse con el poder. 

 

La democracia, hasta sus últimas consecuencias implica la apertura para escuchar, dialogar, contraponer argumentos, analizar consecuencias, asumir responsabilidades; implica un tiempo respetuoso de las otras y los otros . Es por ello que la CNTE pide la celebración de asambleas en cada escuela para tomar decisiones. Ir a la base y escucharse mutuamente es un acto cooperativo que permite crecer, avanzar, transformarse, reorientar el camino todo lo necesario.  La CNTE de la Novena ha pedido la participación democrática de todas y todos los compañeros para la toma de decisiones y fue así como llegó a constituir su planilla roja. 

 

Impedir el registro de la planilla roja democrática es querer acallar todas las voces para imponer una vez más una decisión cupular que no velará por los intereses magisteriales, pero tampoco lo hará por las infancias, porque su visión está únicamente centrada en el poder.

 

Hacemos un llamado al secretariado del SNTE,  a las autoridades de la Secretaría de Gobernación, de la Secretaría del Trabajo, de la Secretaria de Educación y a las Autoridades Federales a no caer en un espacio silencioso de complicidad con quienes nunca han velado por el interés del magisterio, de las infancias y juventudes.  

 

Igualmente hacemos un llamado a las y los compañeros de la Sección 9ª. de la CNTE a resistir, a manifestarse, a expresar sus voces, a gritar sus convicciones, a no dejar atropellar sus derechos. Esa es una lección que sus alumnos y alumnas también tienen que aprender. Es una enseñanza de vida que las familias de sus jóvenes alumnos y alumnas deben conocer. Porque la democracia no es un acto único, ni una lección simulada, es una circunstancia permanente de vida y también sirve para caminar.

 

¡Hasta la victoria siempre!

 

Tere Garduño, Antonia Candela, Mauro Jarquín, Lev Velázquez, Juan Leove Ortega