¡NO A LOS VERTIDOS TÓXICOS DE LA MINA DE LOS FRAILES AL GUADALQUIVIR!

¡NO A LOS VERTIDOS TÓXICOS DE LA MINA DE LOS FRAILES AL GUADALQUIVIR!

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7 de marzo de 2024
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Iniciada por javier ros pardo

Si no lo impedimos, 25 años después de la catástrofe de la Mina de Aznalcóllar, la Junta de Andalucía aprobará la reapertura de la Mina de Los Frailes, propiedad de la empresa Minera los Frailes (MLF) que verterá al Guadalquivir agua altamente contaminante durante 18 años y medio. El proceso previsto de depuración de los vertidos no eliminará su alto contenido en metales pesados como arsénico, cadmio, cobre, mercurio, plomo, selenio, zinc, etc.

En principio, durante 18 meses, se vaciarán en el río 17.520 millones de litros, de los que 15.000 millones proceden del vaciado de la Corta de Los Frailes y 2.520 millones, muy contaminados, de la Corta de Aznalcóllar, en donde se almacenan los lodos tóxicos depositados allí desde la catástrofe ambiental de 1998.

Posteriormente, durante los 17 años siguientes, se plantea un vertido tóxico continuo al Guadalquivir de 4.000 millones de litros anuales, procedentes de la nueva mina subterránea, a través de una tubería de 30 km que parte desde la zona minera hasta Santiponce, a escasos metros del término municipal de Sevilla, frente al Estadio de la Cartuja.

Este vertido envenenará desde Santiponce toda la Vega Baja del Guadalquivir, su Zona de Especial Conservación protegida por la Red Natura 2000 hasta su desembocadura en Sanlúcar de Barrameda junto al Parque Nacional de Doñana, afectando gravemente a su biodiversidad, así como a las aguas de la Dársena a su paso por Sevilla, haciendo imposible la pesca y la práctica de deportes fluviales.

El proyecto arruinará la vida de los ecosistemas fluviales de la Vega Baja y los acuíferos, afectando a la salud de personas y seres vivos, contaminando el suelo e inutilizando reservas de agua, tierra, cultivos, arrozales, la pesca fluvial y la del Golfo de Cádiz. Será el último golpe mortal para Doñana.

La vida y la producción de alimentos sin agua incontaminada será difícil en Sevilla y todas las poblaciones ribereñas hasta Sanlúcar.

La autorización del Proyecto de Explotación se está tramitando para Minera Los Frailes (MLF), sociedad instrumental de la alianza empresarial conformada entre Grupo México y Minorbis. El Grupo México es célebre por sus desastres medioambientales provocados en toda Hispanoamérica. Además algunos ayuntamientos afectados por el proyecto incumplieron también sus obligaciones de participación, información y transparencia en el procedimiento de Autorización Ambiental Unificada (AAU).

La Corta de Aznalcóllar  pretende ser usada durante el proyecto minero como un depósito de residuos de tratamiento (balsa de lodos), donde acumulará los que no caben como relleno de las galerías subterráneas después de ser explotadas. Sin embargo, se niega esa realidad para evitar realizar los obligados estudios de vulnerabilidad para accidentes graves y catástrofes, y para evitar la elaboración de un obligado Plan de Emergencia para esa Corta de Aznalcóllar, olvidando una vez más, la Catástrofe anunciada de 1998.

Sorprende por ello que el vertido propuesto cuente con el visto bueno de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural; han vulnerado derechos con un aterrador silencio cómplice del Gobierno de España y de Andalucía, PP, PSOE, IU, sindicatos y medios de comunicación.

Las organizaciones Ecologistas en Acción, Greenpeace, WWF, y Amigos de la Tierra, entre otras, además de múltiples asociaciones vecinales, y los partidos políticos Unidas Podemos, Alianza Verde, Verdes Equo, Alternativa Republicana y Los Verdes Andalucía, han presentado alegaciones científicamente justificadas al proyecto en la Junta de Andalucía.

La mina promete 2000 puestos de trabajo -muy necesarios en Aznalcóllar y toda Andalucía- pero no se puede crear empleo aniquilando nuestro futuro y el de nuestros descendientes.

Y todo mientras se anuncia unánimemente un futuro de sequías y desertización, el agua se gasta de forma incontrolada, como si fuese un bien ilimitado, se saquean los acuíferos, se pierde su 40% por el mal estado de las conducciones y se practica una turistificación salvaje que consume 350 litros por turista al día.

El proyecto se desarrolla en un escenario de futuro común que promete privatizar todo: hasta el agua para beber, como ya lo están los mejores manantiales andaluces, como el de Lanjarón, propiedad de fondos de inversión con patria en ninguna parte. Pronto para beber tendremos solo agua embotellada.

En base a lo anterior, instamos a las autoridades a evitar este proyecto que provocará unos daños humanos, económicos y medioambientales irreversibles.

¡NO A LOS VERTIDOS DE LA MINA DE AZNALCÓLLAR! ¡POR LA GESTIÓN RACIONAL Y EL BUEN USO DEL AGUA COMO UN BIEN PÚBLICO! FIRMA ESTA PETICIÓN.

PARA SABER MÁS:

Entrevista a Isidoro Albareal de Ecologistas en Acción

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