Desde septiembre de 2023, los inmigrantes haitianos que residen legalmente en la República Dominicana no han podido completar el proceso de renovación de sus permisos de residencia o de trabajo. De hecho, la Dirección General de Migración ha dejado de ofrecer cualquier tipo de servicio de renovación a los nacionales haitianos que presentaron sus solicitudes en línea hace varios meses y todavía están esperando una respuesta hasta el día de hoy. El plazo habitual de tramitación oscila entre 7 y 30 días hábiles en función del tipo de permiso que se renueve. Los extranjeros de todos los demás países pueden utilizar estos servicios sin retrasos ni problemas significativos.

Ahora bien, esto es muy preocupante porque está sucediendo en un momento en que las furgonetas y autobuses de deportación están en las calles de Santo Domingo y otras ciudades, tratando de atrapar a tantos inmigrantes ilegales como sea posible. Imagínese ser parado por esos agentes de deportación mientras uno espera a que le aprueben la solicitud de renovación simplemente porque los servicios se han retrasado intencionadamente. Han dejado de prestar un servicio que no es fácil ni barato de obtener, pero por el que los nacionales haitianos están dispuestos a pagar el precio para estar en regla con las leyes de inmigración. ¿Es esto siquiera legal o constitucional? ¿No viola algunos tratados internacionales y demás?

Por qué se nos niegan esos servicios sigue siendo un misterio. No sabemos si esto forma parte de algún plan siniestro para convertir a todos y cada uno de los ciudadanos haitianos que residen legalmente en el país en inmigrantes indocumentados a los que hay que expulsar del territorio por la fuerza. Las autoridades dominicanas aún no han emitido un comunicado oficial que aclare la situación.

Nosotros, la comunidad de haitianos que residimos legalmente en la República Dominicana estamos verdaderamente preocupados ya que dependemos de nuestros carnets (tarjetas) de residencia y permisos de trabajo en nuestra vida diaria, para evitar ser constantemente acosados y deportados por agentes de patrullas de inmigración. Exhortamos a las autoridades competentes a que nos permitan cuanto antes obtener la renovación de los servicios que venimos cumpliendo desde hace décadas y nos complace seguir haciéndolo como cualquier otro extranjero residente en la República Dominicana.

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