Carta a Karim Khan, fiscal de la Corte Penal Internacional. PROCESE A NETANYAHU Y HANIYA

Carta a Karim Khan, fiscal de la Corte Penal Internacional. PROCESE A NETANYAHU Y HANIYA

Início
25 de outubro de 2023
Petição para
Karim Khan (Fiscal Jefe Corte Penal Internacional)
Assinaturas: 1.663Próxima meta: 2.500
Apoie já

A importância deste abaixo-assinado

Iniciado por Nuevo Humanismo

(Tradução em português abaixo)

Excelentísimo señor Karim Khan, fiscal jefe de la Corte Penal Internacional.

En las últimas semanas asistimos atónitos a un sangriento horror en la franja de Gaza, elevado a la categoría de espectáculo mediático. Después del terrible ataque perpetrado por Hamás contra población civil israelí, el gobierno de Benjamin Netanyahu se ha lanzado a una loca espiral de violencia contra la población gazatí que nadie sabe cuándo se detendrá, bombardeando y asesinando a miles de civiles.

Muchos analistas ya advierten de las posibles y catastróficas ramificaciones que podrían provocar que el conflicto estallara mediante la intervención directa de otras potencias regionales y mundiales. El clima de violencia se ha extendido a toda la región y más allá. Si esta chispa prendiera, nos encontraríamos ante el riesgo de la utilización de armas nucleares. Todo el planeta asiste impotente al sistemático aniquilamiento de la vida y la esperanza de millones de seres humanos. Al mismo tiempo, gran parte de la población mundial experimenta este estallido como una fuerte contradicción, que se opone a las aspiraciones de paz y justicia de toda la humanidad.

Responsabilizamos de este sinsentido a la lógica violenta y deshumanizadora de  los dirigentes políticos del gobierno de Israel y Hamás, centrados en la eliminación del adversario mediante todas las formas de violencia a su alcance, incluidas la bárbara utilización de toda la población como rehén de la guerra. Es claro que la violencia de ambos actores se retroalimenta mutuamente y ambos justifican su barbarie con la del enemigo, mientras se incita a la venganza en ambos bandos, envenenando a las futuras generaciones, a quienes se niega la posibilidad de construir un futuro en paz. 

El brutal atentado de Hamás contra la población civil israelí, que podemos calificar como crimen de lesa humanidad, además de causar centenares de víctimas mortales y de tomar rehenes indiscriminadamente, pretendía provocar la devastadora respuesta del Estado de Israel. 

Pero hay que recordar que más de dos millones de palestinos viven en Gaza desde hace varias décadas en una situación dramática, prisioneros en un gueto, sometidos  a una completa humillación, con miles de presos políticos sin cobertura legal en las cárceles israelíes y asediados por el poder militar del ejército israelí, que periódicamente bombardea las ciudades y poblados causando miles de muertos. Esta política, que solo podemos calificar como de genocida, hoy alcanza sus mayores dimensiones a través de un cruel operativo militar que pretende la destrucción sistemática de la sociedad gazatí y la ruina de todas las infraestructuras del territorio. No se sostiene la afirmación de que se trata de una acción defensiva del Estado de Israel, es una planificada venganza con la que se está masacrando a la población civil.

Responsabilizamos también de la catástrofe a las grandes potencias mundiales, que han permitido o alentado esta agonía inacabable del pueblo palestino. Hoy, de nuevo, las potencias de Occidente se posicionan a favor de las represalias y se contentan con solicitar la apertura de corredores humanitarios, en lugar de exigir un alto el fuego que ponga fin al terror. Incluso boicotean cualquier intento de presión para detener los bombardeos, como demuestra el que una reciente propuesta del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas pidiendo el cese inmediato de los combates, haya sido vetada por los Estados Unidos. 

Significativamente, los máximos representantes de las potencias occidentales se han apresurado a visitar en estos días Israel, avalando manifiestamente su postura, lo que anuncia una guerra larga… y también nuevas oportunidades para el negocio armamentista. Por otro lado, otros gobiernos de la zona apoyan y sostienen la lucha armada de los militantes de Hamás. 

Mientras tanto, la gente en todas partes está pidiendo que se detengan los bombardeos y demás acciones violentas, que se liberen los rehenes secuestrados y se asegure inmediatamente el cumplimiento de los derechos humanos más básicos en la región, tales como la entrada de agua, alimentos, combustible y suministros médicos, necesarios para la subsistencia de la población. Aunque no parece que podamos esperar nada de esas instancias políticas, que están demostrando su esterilidad o su hipocresía a la hora de enfrentar el momento presente, seguimos exigiéndoles su compromiso y su acción para ayudar a resolver el conflicto.

La conciencia humana debe explorar otros caminos para salir de este laberinto. La lógica enferma de los bandos, que niega lo humano en el adversario, nos ciega y nos atrapa, y esto nos sucede aunque vivamos a distancia del conflicto. Por eso, cuando las personas comunes gritamos nuestro rechazo a la violencia, clamamos por un cambio cuya necesidad experimentamos directamente en nuestras vidas. Hoy se necesitan señales, voces que se hagan oír, acciones que señalen un camino de superación del conflicto y de la violencia que nos deshumaniza. Y si la desolación frente al estado actual de las cosas es tan grande, es porque ya existe en los pueblos una difusa conciencia respecto a algunos intangibles tales como la aspiración a la paz, a la justicia y a la vigencia de los derechos humanos, valores que se están quebrantando con impunidad en este conflicto. 

Esta impunidad debe cesar.  En el artículo 5 del Estatuto de Roma de 1998, por el que se rige la Corte Penal Internacional, esta se otorga competencia respecto de los crímenes de genocidio, lesa humanidad, crímenes de guerra y crimen de agresión, situaciones todas que se están produciento en Gaza e Israel. Exigimos que se empiece por cumplir la legalidad internacional. 

Le pedimos, Sr. Khan, como fiscal jefe de la Corte Penal Internacional, que escuche estas reclamaciones y que de inmediato abra un procedimiento que investigue los crímenes de guerra (genocidio y lesa humanidad) que se han cometido y se siguen cometiendo en Gaza e Israel y que puedan resultar en un procesamiento de Ismail Haniya, líder político de Hamás y Benjamin Netanyahu, Primer Ministro israelí. No es una empresa fácil, entre otras razones porque Israel rechaza la existencia de la Corte Penal Internacional pero, a pesar de la dificultad del intento, la sola existencia de esta investigación será señal y símbolo de que la justicia internacional está comprometida con el logro de la Paz y la Justicia en la tierra de Palestina e Israel.

Es claro que una resolución definitiva del conflicto requerirá un largo proceso de reparación, la constitución de un estado palestino viable, y recorrer un camino de reconciliación que algunos ven difícil o imposible pero que, de avanzar, mostrará que la violencia puede y debe ser superada. 

Nos parece oportuno citar a Silo, referente del Humanismo y la No Violencia, que en las Jornadas de Reconciliación de 2007 en Punta de Vacas (Argentina) dijo: “cuando llegamos a comprender que nuestro enemigo es un ser que también vivió con esperanzas y fracasos, un ser en el que hubo hermosos momentos de plenitud y momentos de frustración y resentimiento, estaremos poniendo una mirada humanizadora sobre la piel de la monstruosidad. Este camino hacia la reconciliación no surge espontáneamente, del mismo modo que no surge espontáneamente el camino hacia la no violencia. Porque ambos requieren de una gran comprensión y de la formación de una repugnancia física por la violencia”. 

Ojalá pronto se abra paso esta mirada en la conciencia de los pueblos.

---------------------------------------

Excelentíssimo senhor Karim Khan, Procurador-Geral do Tribunal Penal Internacional

Nas últimas semanas assistimos atónitos a um sangrento horror na faixa de Gaza, elevado à categoria de espetáculo mediático. Depois do terrível ataque perpetrado pelo Hamas contra a população civil israelita, o governo de Benjamin Netanyahu lançou-se numa louca espiral de violência contra a população de Gaza que ninguém sabe quando abrandará, bombardeando e assassinando milhares de civis.

Muitos analistas já estão a advertir sobre as possíveis e catastróficas ramificações no sentido de um alastramento do conflito provocadas pela intervenção direta de outras potências mundiais. O clima de violência estendeu-se a toda a região e para além da mesma. Se esta faísca perdurar, encontrar-nos-emos diante do risco de utilização de armas nucleares. Todo o planeta assiste impotente à sistemática aniquilação da vida e da esperança de milhões de seres humanos. No entretanto, grande parte da população mundial experimenta tudo isto como uma forte contradição, que se opõe às aspirações de paz e justiça de toda a humanidade.

Responsabilizamos a lógica violenta e desumanizadora dos dirigentes políticos do governo de Israel e do Hamas por este absurdo, centrados na eliminação do adversário mediante todas as formas de violência ao seu alcance, incluindo a utilização bárbara de toda a população como reféns de guerra. É claro que a
violência de ambos intervenientes se autoalimenta mutuamente e ambos justificam a sua barbárie com a do seu inimigo enquanto se incita à vingança em ambos os lados, envenenando gerações futuras, a quem se nega a possibilidade de construir pacificamente um futuro.

O atentado brutal do Hamas contra a população civil israelita, que podemos classificar como crime contra a humanidade, para além de causar centenas de vítimas mortais e de fazer reféns indiscriminadamente, pretendia provocar a devastadora resposta do Estado de Israel. Contudo, é necessário recordar que mais de dois milhões de palestinos vivem em Gaza há várias décadas
numa situação dramática, prisioneiros num gueto, submetidos a uma total humilhação, com milhares de presos políticos sem cobertura legal nas prisões israelitas e assediados pelo poder militar do exército israelita, que periodicamente bombardeava as cidades e as povoações, causando milhares de mortos. Esta política, que apenas podemos classificar de genocida, hoje atinge uma maior dimensão através de uma cruel operação militar que pretende a destruição sistemática da sociedade gazense e a ruína de todas as
infraestruturas do território. Não se pode sustentar a afirmação de que se trata de uma ação defensiva do Estado de Israel; é uma vingança planeada que está a massacrar a população civil.

Responsabilizamos também as grandes potências mundiais por esta catástrofe, que permitiram ou encorajaram esta agonia incessável do povo palestino. Hoje, mais uma vez, a maioria das potências do Ocidente posicionam-se a favor das represálias e contentam-se com a solicitação de corredores humanitários, ao invés de exigir um cessar-fogo que ponha fim ao terror. Inclusivamente boicoteiam qualquer tentativa de pressão para parar os bombardeamentos, como demonstrado pelo veto dos Estados Unidos na recente proposta do Conselho de Segurança das Nações Unidas que pediu o fim imediato dos
combates.

De uma forma reveladora, os máximos representantes das potências ocidentais têm-se apressado a visitar nestes dias Israel, autorizando a sua postura, o que anuncia uma longa guerra e também novas oportunidades para o negócio armamentista. Por outro lado, outros governos regionais apoiam e sustentam a luta armada dos militantes do Hamas.

Enquanto isso, as pessoas por todo lado estão a pedir o fim dos bombardeamentos e as demais ações violentas, a libertação dos reféns sequestrados e o asseguramento imediato do cumprimento dos direitos
humanos mais básicos na região, tais como a entrada de água, alimentos, combustível e suprimentos médicos, necessários para a subsistência da população. Ainda que não pareça que possamos esperar muito
dessas instâncias políticas, que estão a demonstrar a sua esterilidade ou a sua hipocrisia na altura de enfrentar o momento presente, seguimos exigindo-lhes o seu compromisso e a sua ação para ajudar a resolver o conflito.

A consciência humana deve explorar outros caminhos para sair deste labirinto. A doente lógica dos lados, que nega o humano no adversário, cega-nos e prende-nos, e isto acontece-nos enquanto vivamos à distância do conflito. Por isso, enquanto pessoas comuns gritamos a nossa rejeição da violência, pedimos uma mudança cuja necessidade experienciamos diretamente nas nossas vidas. Hoje são necessários sinais, vozes que se façam ouvir, ações que apontem para um caminho de superação do conflito e da violência
que nos desumaniza. E se a desolação em relação ao estado atual das coisas é tão grande, é porque já existe nos povos uma consciência difusa em relação a intangíveis como a aspiração à paz, à justiça e à vigência dos direitos humanos, valores que se estão a violar com impunidade neste conflito.
Esta impunidade deve parar. No artigo 5 do Estatuto de Roma de 1998, pelo qual se rege o Tribunal Penal Internacional, este outorga as competências que dizem respeito aos crimes de genocídio, crimes contra a humanidade, crimes de guerra e crimes de agressão, situações estas que se estão a produzir em Gaza e Israel. Exigimos que se comece por cumprir a legislação internacional.
Pedimos-lhe, Sr. Khan, como Procurador-Geral do Tribunal Penal Internacional, que oiça estas reclamações e que abra de imediato um processo que investigue os crimes de guerra (genocídio e lesa humanidade) que se cometeram e se continuam a cometer em Gaza e Israel e que podem resultar numa acusação de Ismail Haniya, líder político do Hamas e Benjamin Netanyahu, Primeiro-ministro israelita.

Não é um empreendimento fácil, porque, entre outras razões, Israel rejeita a existência do Tribunal Penal Internacional, mas apesar da dificuldade da tentativa, a mera existência desta investigação será um sinal de que a justiça internacional está empenhada na obtenção da Paz e Justiça no território da Palestina e Israel.

É claro que uma resolução definitiva do conflito requererá um longo processo de reparação, constituição de um estado palestino viável, e percorrer um caminho de reconciliação que para alguns parece difícil ou impossível, mas que a avançar mostrará que a violência pode e deve ser superada.

Parece-nos oportuno citar Silo, referência do Humanismo e da Não-Violência, que nas Jornadas da Reconciliação de 2007 em Punta de Vacas (Argentina) disse: “quando conseguirmos compreender que o nosso inimigo é um ser que também viveu com esperanças e fracassos, um ser no qual houve bonitos
momentos de plenitude e momentos de frustração e ressentimento, estaremos a colocar um olhar humanizador sobre a pele da monstruosidade. Este caminho até à reconciliação não surge espontaneamente, do mesmo modo que não surge espontaneamente o caminho até à não-violência. Porque ambos requerem uma grande compreensão e a formação de uma repugnância física pela violência”.

Oxalá em breve abra caminho este olhar na consciência dos povos. 

Apoie já
Assinaturas: 1.663Próxima meta: 2.500
Apoie já
Compartilhe este abaixo-assinado pessoalmente ou use o código QR no seu próprio material.Baixar código QR

Tomadores de decisão

  • Karim KhanFiscal Jefe Corte Penal Internacional