En Extremadura sufrimos desde hace décadas un abandono institucional al más alto nivel, a consecuencia del cual carecemos, entre otras cosas, de un ferrocarril digno que nos comunique con el resto de España en igualdad de condiciones que otras comunidades autónomas.

Esto, que puede parecer una cuestión baladí, no lo es en absoluto. ¿Qué industria apostaría por asentarse, dentro de una economía cada vez más globalizada y conectada, en una región que carece de unas correctas comunicaciones? ¿Cómo cuantificar el impacto de este tren indigno en el turismo y comercio de esta Extremadura nuestra?¿Debemos esperar a que haya víctimas en uno de los numerosos accidentes para reaccionar?No queremos que eso suceda. No queremos ser cómplices con nuestro silencio.

Pedimos a Extremadura, y a todos los extremeños (los de aquí y los de fuera, los que se vieron obligados a emigrar en su día por ser esta una región olvidada), que despierten. Que clamen y exijan el tren que merecen y pagan con sus impuestos. No es que estemos desconectados del resto del país, estamos desconectados del siglo en que vivimos, y eso es algo que ni podemos ni debemos consentir.

Por nuestro futuro. Por el futuro de los que vendrán.

Tren Digno. Comunicaciones dignas. YA.