Es tiempo de cambiar la universidad.

Tal y como lo dijo en medios de comunicación, el presidente del Tribunal Universitario de la UNAM, el Dr. Eduardo López Betancourt, la universidad debe de iniciar un proceso de autocrítica ya que se ha impregnado de corrupción en los ámbitos académicos y administrativos, así mismo señaló que la autonomía no debe de ser motivo para solapar malos manejos y de la misma manera no se puede seguir ocultando que existen mafias y grupos de poder que se han incrustado en las universidades públicas. Por lo que es inaceptable que la máxima casa de estudios del país, sea gobernada por grupúsculos que durante décadas se han favorecido para obtener beneficios académicos, políticos y económicos dentro y fuera de la universidad.

Así mismo es importante que disminuya la desigualdad salarial en la UNAM, pues mientras el rector gana $183 560.00, los profesores de asignatura, quienes conforman el 75% del personal académico de la UNAM, tienen un salario de $852.00 a la quincena por dar un curso a nivel licenciatura o bachillerato.

Es importante que exista una reestructuración en los órganos de dirección de la universidad, pues son totalmente antidemocráticos, tal y como lo dijo el presidente; pues desde 1944 la junta de gobierno, que son 15 personas, escogen en secreto al rector y no rinden cuentas a nadie, después el propio rector designa a dedo a los directores de escuelas y facultades; y estos integraran la gran mayoría del Consejo Universitario, quien a su vez designa a cada uno de los 15 miembros de la junta de gobierno.

Por eso creemos que es urgente una reforma universitaria, que haya transparencia en el gasto y se fiscalicen los recursos asignados por la Federación, mismos que provienen de los impuestos que paga la sociedad.

Por lo tanto, pensamos que es necesaria la organización entre estudiantes, profesores y trabajadores para transformar la Universidad, tal y como lo dijo el presidente de la república.