Las mejoras deberían realizarse para beneficiar a los ciudadanos y no para simplemente “vender” que Rivas apuesta por el “medio de transporte alternativo”  a cualquier precio, porque cuando se plantean cambios, antes hay que estudiar las consecuencias que pueden traer esos cambios. Y la realidad es que, en el año 2021, en Rivas ya había una población de casi 93.000 personas, de las cuales, una gran parte de ella, necesita utilizar el coche para desplazarse a trabajar, para llevar a sus hijos al colegio o a otras actividades extraescolares, para comprar o para realizar muchas gestiones/actividades que por desgracia, en esta ciudad no es compatible realizarlas sin el coche.

¿Qué consecuencias ha tenido la construcción de esos carriles bici con sus correspondientes separadores?

• Aumento significativo del tráfico al reducir a un carril las calles afectadas por estos carriles bici, los cuales, por cierto, prácticamente están casi siempre vacíos y contando además que, en muchas de las zonas donde se han construido, ya existe un carril bici desde hace tiempo a menos de 15 metros del nuevo (como lo hay por ejemplo en la avenida Angel Saavedra o en la avenida Ramon y Cajal).
• Incremento del tiempo de desplazamiento, y mucho más aumento si tienes la desgracia de coger el camión de la basura o el autobús (a los cuales no puedes adelantar debido a los separadores que han instalado en los carriles bici).
• Paralización del tráfico ante cualquier incidencia en el único carril disponible para los vehículos, porque es una REALIDAD que existen: mensajeros, repartidores, taxistas, vehículos particulares que paran en doble fila “un momento”, … y lo que antes suponía cambiarte de carril y adelantarlos para poder continuar tu marcha, ahora mismo es imposible e impiden la circulación (ya que en la mayoría de las calles no existen espacios libres de aparcamiento para que puedan aparcar como es debido).