Desde que se inauguró en 1978 el CEIP Santiago Ramón y Cajal ha atendido a alumnos provenientes tanto de familias asentadas durante generaciones en Alcorcón como a la nueva población que ha ido llegando a la zona desde otras provincias de España y otros países. La riqueza cultural del centro es enorme.

El presente curso 2022/2023 cuenta con unos 330 alumnos. Es colegio preferente para alumnos TEA y para alumnos con discapacidad visual desde hace más de diez años. Además, desde 1980 a 1992 fue sede de la Escuela Municipal de Música. Su historia pasada y actual demuestran que ha sido y es un colegio imprescindible en la ciudad por el servicio que da a tantas familias con mayores o menores necesidades socioeconómicas, psicológicas, educativas, de integración social…

A medida que Alcorcón ha ido creciendo se han ido construyendo nuevos centros educativos cada vez con más y mejores instalaciones. Prácticamente todos los colegios públicos de Alcorcón cuentan a día de hoy con un gimnasio o en su defecto con la posibilidad de hacer uso de unas instalaciones deportivas cercanas. No es nuestro caso. El CEIP Santiago Ramón y Cajal no cuenta ni con gimnasio ni con un emplazamiento adecuado para la asignatura de Educación Física. 

Desde la AMPA de nuestro colegio, con el apoyo del Equipo Directivo y de la comunidad de familias de alumnos del centro, solicitamos la construcción de un gimnasio para que las clases de Educación Física no tengan que realizarse en aulas contiguas al resto de las asignaturas, por las molestias para los compañeros y por las dificultades para los docentes de la asignatura para hacer su trabajo en un espacio tan poco propicio.

Nos sentimos desfavorecidos con respecto al resto de los centros de la localidad. Llevamos años solicitando la construcción del gimnasio. Cada fracaso se ha debido a motivos políticos o de presupuesto y los que siguen sufriendo las consecuencias son nuestros hijos. Los propios alumnos, motivados por los profesores, presentaron en 2020 una propuesta de edificio deportivo contiguo al colegio para uso y disfrute de todo el barrio. Las posibilidades son muchas, y la necesidad está ahí. Sólo hace falta que de una vez el proyecto se lleve a cabo y se cubra nuestra necesidad.

Contamos con que las firmas sean tantas que por fin la Comunidad de Madrid tenga que escucharnos.