Aunque legalmente se emplee la palabra explotación, desde el sector ganadero (y especialmente el porcino) tenemos muy claro que esta situación debe cambiar ya que la palabra explotación no refleja la realidad de las granjas.

En España, el sector porcino ha trabajado en las últimas décadas y sigue trabajando actualmente para mejorar a diario las condiciones de los animales y prueba de ello son los sellos de bienestar animal que confirman la implicación de todos los agentes y las empresas del sector con el cuidado de los animales. Unos sellos cuyas exigencias van más allá de la legislación que existe actualmente en materia de bienestar animal en la Unión Europea, la más exigente a nivel mundial.

La Organización Mundial de la Sanidad Animal (WOAH, antes conocida como OIE), establece 5 principios de bienestar en los que se indica que los animales tienen que estar libres:

• De hambre, sed y desnutrición.
• De miedos y angustias.
• De incomodidades físicas o térmicas.
• De dolor, lesiones o enfermedades.
• Para expresar las pautas propias de comportamiento.

Unos principios que son básicos en todas las granjas y que, además, son revisados, estudiados y auditados por expertos (junto a muchas otras áreas de control) cuando una granja quiere lograr un sello para garantizar que sus animales tienen un nivel de bienestar superior al que exige la legislación europea.

Por todo ello, y debido a que estamos en un sector en el que se trabaja también a nivel sanitario para erradicar enfermedades, pedimos que se erradique el uso de la palabra explotación en todos los ámbitos (especialmente en el legislativo, que es donde más se utiliza actualmente y que es el que provoca que en muchos otros ámbitos del sector ganadero tengamos que usar esa palabra en los informes técnicos) y que pasemos a hablar de GRANJA, un término mucho más amable para todos ya que...

En las granjas: ¡NO explotamos a los animales!, ¡cuidamos de ellos!